--Aunque por todo lo que os conté en la quinta entrada de este trimestre
sobre Mozart nos haga pensar que era un poco promiscuo, por así decirlo, lo
cierto es que en esta carta, no se muestra de esta manera. Escribió esto a su
padre en referencia a un matrimonio de conveniencia de un amigo suyo:
“Espero nunca casarme de esta manera. Deseo hacer feliz a mi esposa, pero
no ser rico por medio de ella. La nobleza no debe casarse por amor o
inclinación, sino por interés, además de muchos otros tipos de consideraciones.
Pero nosotros, la gente pobre y humilde, tenemos el privilegio de poder escoger
una esposa que nos ame y a quien amemos. Debido a que no somos nobles ni
altezas ni ricos, podemos hacer esto y lo hacemos. No necesitamos una esposa
con riqueza, puesto que nuestra riqueza yace en nuestras cabezas y muere con
nosotros. Y esta riqueza, ningún hombre puede quitarnos, salvo que nos la
corte, en cuyo caso ya no necesitamos nada.”
A pesar de los sentimientos de Mozart y Constanze, durante su matrimonio él
sintió que su “querida Constanza” le era infiel cuando él estaba fuera. Le
rogaba que considerara “su honor y el mío” y “que mantuviera las apariencias”.
--Sin embargo, el mismo Mozart tenía otros amores, como una Madame B
(Henriette Baranius), una soprano de la ópera de Berlín. La única mujer que con
toda razón podría haber despertado los celos de Constanza fue una soprano
inglesa, Nancy Storace (en la foto de la izquierda), para quien Mozart creó el papel de Susana en Las bodas
de Fígaro.
Además, tuvo una larga relación con Josefa Duschek (en la foto de a derecha). En sus giras
respectivas, los dos se encontraban en Dresde, Praga, Potsdam, Leipsig y
Berlín. Durante estas giras, Mozart le escribía a su esposa declarándole su
eterno amor, a la vez que le bromeaba con las fiestas a las que asistía y le
aseguraba que todas las mujeres allí eran “feas”.
-- Durante su último año de vida en Viena, Mozart fue el centro de rumores
escandalosos. Su amigo Emanuel Schikaneder, administrador de teatro y
notoriamente promiscuo, le presentó el mundo fuera de la sociedad respetable.
Durante la producción de La flauta mágica, se dice que el compositor tenía
relaciones con varios miembros del elenco, en particular Bárbara Gerl y Ana
Gottlieb. Gerl era muy atractiva y se decía que “tenía a Mozart completamente
enredado entre sus rizos”. Pero Gottlieb también parece haber estado
profundamente encariñada con Mozart. Cuando murió el compositor, Gottlieb
perdió su voz y dejó la ópera.
Después de estos numerosos e intensos datos sobre la vida amorosa de
Mozart, os espero en la próxima entrada con otros autores que son Satie y
Debussy. Con ellos seré más breve. ¡Saludos!
La audición de hoy es...un concierto de Mozart. ¡Para ver más, ve el link!
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