sábado, 4 de febrero de 2017

Robert Alexander Schumann



Hola buenos días:
Puesto que acabo de realizar una extensa investigación sobre el autor Robert Alexander Schumann y una de sus obras, me he dado cuenta de lo mucho que me interesa tanto su vida como sus obras. Así pues, creo que realizaré una serie de entradas para que podáis informaros poquito a poco de quien era.
Todo estará enfocado desde el punto de vista de la obra el Carnaval, op.9.

¿Quién fue Robert Alexander Schumann...?

Biografía
Robert Alexander Schumann nació en Zwickau, 8 de junio de 1810 y falleció en Endenich, hoy en día Bonn, (Alemania) 29 de julio de 1856. Tanto su vida como su obra lo convierten en uno de los paradigmas del Romanticismo musical alemán. Muestra en su máxima expresión la naturaleza del Romanticismo: pasión, drama y alegría. Schumann es conocido también por ser el autor de las formas pequeñas, de la música rapsódica, de la sucesión de pequeños episodios.
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De niño Schumann ya puso de manifiesto sus dotes musicales, aunque no hasta sus nueve años. Este interés apareció cuando vio actuar a Ignaz Moscheles en un virtuoso recital. Por ello su padre le puso en manos de Friedrich Wieck.  En casa de éste encontró a la que, y a pesar de la inicial oposición paterna, desde 1840 sería su esposa: Clara Wieck (1819-1896), una excelente pianista que se convertiría en la principal intérprete de su música para teclado, puesto que, tras su lesión, no pudo alcanzar su sueño de ser un virtuoso del piano.Gracias a la formación musical que recibió a esta temprana edad, a los siete años ya pudo componer sus primeras piezas musicales.




Literatura y música y juventud

En esa etapa de su vida no sólo componía obras musicales, sino que también redactaba ensayos y poemas. Esto se verá reflejado en sus obras de gran intensidad lírica, que confluyen una notable complejidad musical con la íntima unión de música y texto. El hecho de ser hijo de un librero, y que tanto la literatura como la música fueron sus inquietudes artísticas durante su juventud, darían explicación a esto. Fue tal su pasión por la literatura, que Schumann estuvo dudando entre ambas vocaciones.

Aunque acabó imponiéndose la música, nunca abandonó la escritura de poemas en la más pura tradición romántica, la de sus admirados Goethe, Schiller, Novalis, Byron y Hölderlin además de los clásicos griegos. Fue, además, fundador y redactor de la Neue Zeitschrift für Musik (1834), publicación que se convirtió en el órgano difusor de las teorías musicales más progresistas de su época, a través de una serie de artículos apasionados y polémicos redactados por él mismo.
Entre otros muchos ejemplos, podremos ver también la influencia de estos escritores en su producción literaria, como por ejemplo con el autor Johann Paul Friedrich Richter en sus novelas de juventud, "Juniusabende" y "Selene”.

Su padre, que tanto había propulsado la educación de Robert como pianista y escritor, fallece en 1826. Poco antes de esto, se había suicidado su hermana en un “ataque de locura”.
Su madre, que no aprobaba la dedicación a la carrera musical, en 1828 lo envía a estudiar Derecho a la Universidad de Leipzig. Su tutea, para colmo, fue delegada en el administrador de los bienes de la familia. Esta circunstancia dará lugar al introvertido carácter de Robert Schumann.
Es durante estos años cuando dará con las novelas Jean Paul Richter, que tanto le influenciarán en el futuro.


En agosto de 1829 viajó a Italia donde pudo comprobar su nulo interés por el bel canto de la ópera italiana. Viaje al que, para su disgusto, no pudieron acompañarle sus amigos Rosen y Semmel. Con todo esto, no tardó en abandonar los estudios para consagrarse enteramente a la música.


Abandono del sueño de un virtuosístico

Resultado de imagen de schumannEl sueño de Schumann por encima de todo, era ser un concertista virtuoso. Deseaba ser como los más brillantes del momento, tales como Paganini y Liszt, a los que pudo llegar a escuchar. Su impulso para definitivamente dedicarse a la música vino dado por el concierto de Paganini al que asistió en Frankfurt en 1830. Con 20 año, había decidido finalmente dedicarse a la carrera musical. Pero, ¿por qué abandonó esta idea?
Era obvio su talento musical. Por ello, en manos Wieck, se sometió a su disciplina devorándose el Clave bien temperado de Bach. Todo iba muy bien. Publicó sus Variaciones Abegg en 1831,   que dedicará a sus cuñadas. En este período de transición, siguió componiendo y practicando. Aún no tenía claros sus sentimientos hacia Clara, que por entonces tenía tan sólo trece años… pero en 1832, Clara ya representaba una obra de Schumann, que supondrá un gran éxito para ella, pero no para la composición ni el autor.
Entre tanto, se empleó a fondo en perfeccionar su técnica de teclado, inventando un aparato por el cual buscaba conseguir más control y agilidad en su cuarto dedo de la mano derecha; sin embargo, cuando se lo quitó, su dedo quedó dañado e inútil para siempre, lo que le obligaría a abandonar su carrera como pianista y convertirse finalmente en uno de los más reconocidos compositores de su siglo.
Hay fuentes secundarias que afirman que esto se debió a una cirugía fallida, y otras que a los efectos secundarios de la medicación a base del tóxico mercurio para la sífilis. De cualquier modo, las esperanzas de ser un virtuoso concertista, se desvanecieron.
Alrededor de 1839, en paralelo a su nueva actividad como compositor, iniciaba su obra de crítico musical, que generó una abundante producción literaria. Su excepcional formación y aptitud literaria se plasmaban en críticas musicales, en las que, a través de personajes imaginarios (Florestán y Eusebius principalmente), profundizaba en las obras de sus contemporáneos. Un famoso ejemplo es su ensayo sobre las variaciones de Chopin sobre un tema de Don Juan, que apareció en el Allgemeine Musikalische Zeitung en 1831.
Su Opus 2 Papillons, escrito en 1831, es otro ejemplo excepcional de la fusión entre literatura y composición musical de Schumann. Se trata de una composición para piano, que consta de varias escenas de danza inspiradas en una fiesta de disfraces. Cada danza trata de retratar a diferentes personajes y no guardan relación entre sí, excepto la última. Según escribiría el propio Schumann, está inspirada en la última escena de la obra Flegeljahre de Johann Paul Friedrich Richter y mezcla el carácter festivo con un extraordinario sentimiento melancólico.


Carácter

Durante toda su vida Schumann mostró hacia sus compañeros músicos una amistad sincera y una actitud de crítica constructiva, libre de rivalidades, algo poco frecuente en un crítico musical que también es compositor, conociendo además su estado de salud tanto mental como físico. Esta actitud abierta y generosa le permitió ser el "descubridor" de Johannes Brahms cuando éste sólo era un joven y desconocido pianista de 20 años. Brahms se convirtió en íntimo amigo de Schumann (y de su esposa Clara Wieck, especialmente en los años en los que la enfermedad de Schumann se agravó) y se vio claramente influido por su música.
Resultado de imagen de schumannEn 1833, fue cuando fundó la Davidsbündler, una asociación cultural que aspiraba a encontrar la verdad música, comprometiéndose con la producción del momento y declarando a guerra dialéctica contra la rutina, contra quienes la practicaban como creadores y contra quienes aplaudían como pasivos y despreocupados espectadores (los filisteos). Esto se verá reflejado también en el Carnaval. Ese mismo año, fallecen tanto su cuñada Rosalie como su hermano Julius. Rosalie, había sido posiblemente uno de los amores imposibles más fervientes, pues había sido una de las personalidades femeninas que más habían impresionado a Schumann. Esto le provocó una serie de crisis nerviosas agravadas por sus depresiones y periodos de reclusión absoluta entre otras cosas. Fueron frecuentes y en aumento a lo largo de la vida de Schumann. Llegó a escuchar voces y experimentar alucinaciones. Este declive psíquico se relacionó inicialmente con la sífilis e incluso con el desastroso tratamiento médico a base de mercurio, habitual en la época. Esta posibilidad se descartó ya que los síntomas de desequilibrio mental de Robert Schumann ya eran evidentes desde su juventud, antes de que la sífilis se hubiese manifestado.
La teoría más aceptada actualmente es que padecía de trastorno bipolar. Pero la gran intensidad creativa de Schumann se concentraba en sus periodos de lucidez. Tan pronto como se restablecía de un período de enfermedad, se entregaba frenéticamente a la composición, trabajando de modo incansable. No sólo escribía las melodías principales ni se limitaba a las obras para piano, sino que pese a estar en un estado físico y mental muy degradado, escribía la instrumentación sinfónica completa de todas sus obras, hasta la extenuación.
Tras recobrarse de una de estas crisis, en 1834 fundaría la revista ya mencionada Neue Leipziger Zeitschrift für Musik, abanderada de las nuevas corrientes musicales defendidas por La Cofradía de David, que dirigió hasta el fin de su vida. Es en esta publicación donde da rienda suelta a su crítica musical, considerada en aquella época como excéntrica, pero que hoy día etiquetaríamos como visionaria. 
A principios del siglo XIX, compositores como Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig van Beethoven y Carl Maria von Weber eran vistos como figuras menores por lo que se consideró una excentricidad que Schumann los elevara como grandes compositores, por no hablar de su aprecio a figuras contemporáneas, como Chopin o Héctor Berlioz. En esta nueva publicación, hizo todo esto y mucho más.

Fue alrededor de 1834 cuando se hizo cargo de la dirección de varios conciertos de Mendelssohn, de quien dijo: “Considero que Mendelssohn es el primer músico de esta época y en su presencia, como frente a un maestro, me quito el sombrero.”






En la próxima entrada os hablaré de las parejas de Schumann...¡e introduciré fragmentos de cartas que se escribían entro ellos!
Os dejo aquí un enlace de la obra que estoy tocando yo ahora mismo. ¡Una maravilla! Sonata nº 1 en La menor.